viernes, 25 de marzo de 2011

investigacion historica


INVESTIGACION HISTORICA
GENEALOGIOS

REALIZADO POR:
ENDERSON FLEIRES
20070632




MARACAIBO – EDO. ZULIA








El siguiente trabajo tiene como finalidad definir lo que es la investigacion historica lo cual estare desarrollando por medio de conceptos. Y de lo cual escogui la genealogia para asi expandir mis conocimientos sobre mis ante-pasados tambien el origen de mis apellidos ya que no los savia y me causo mucha curiosidad saverlo….. espro sea de su agrado
A continuacion el desarrollo del mismo

Investigación histórica
En el esfuerzo de conocer el pasado, los fines de los historiadores y los alcances de su labor se han ido transformando a través del tiempo. Los primeros escritores buscaban más los objetivos literarios que los científicos, transmitieron leyendas, relatos épicos, hasta que los griegos consideraron en la historia la posibilidad de buscar la verdad, atribuyéndole un carácter más científico.
Los historiadores actuales tratan de recrear las experiencias pasadas de la humanidad procurando no tergiversar los hechos y condiciones reales de la época. Reúnen, examinan, seleccionan, verifican y clasifican los hechos de acuerdo a normas específicas, y se esfuerzan por interpretarlos de manera adecuada y presentarlos en exposiciones capaces de resistir la prueba del examen crítico. La investigación histórica moderna representa una búsqueda crítica de la verdad. El método histórico de investigación puede aplicarse no sólo a la disciplina que generalmente se denomina historia, sino también se puede emplear para garantizar el significado y confiabilidad de los hechos pasados en las ciencias de la naturaleza, el derecho, la medicina, la religión o cualquier otra disciplina, puesto que cuando se aborda un estudio histórico, el investigador se entrega a algunas actividades que son comunes a todos los trabajos de investigación. Por lo general se consideran como etapas la enunciación del problema, la recolección del material informativo, la crítica de los datos acumulados, la formulación de hipótesis para explicar los diversos hechos o condiciones y la interpretación de los descubrimientos y redacción del informe.
Enunciado del problema: La indagación histórica comienza cuando se pretende entender algún hecho, desarrollo o experiencia del pasado, de tal modo que el investigador debe considerar la naturaleza y los alcances de la interrogante cuya respuesta desea hallar. Después de tener una noción general –inclusive confusa o vaga-, intenta aislar cada uno de los elementos fundamentales que suscitan la incertidumbre, para entonces formular un enunciado simple, claro y completo. Antes de continuar verifica si el problema puede resolverse mediante métodos de indagación y las fuentes de datos disponibles.
Recolección del material informativo: Es importante que el investigador obtenga los mejores datos disponibles para resolver el problema, para ello al inicio del estudio se exploran los vastos y variados testimonios de la actividad humana que proporcionan información acerca de los sucesos pasados y entre ellos selecciona las pruebas que se relacionan con su problema. Aunque se inicie buscando fuentes secundarias, su objetivo final será el de localizar las fuentes de carácter primario. En consecuencia debe ser capaz de distinguir entre ambos tipos de materiales y familiarizarse con los procedimientos mediante los cuales es posible hallarlos.
Fuentes primarias y secundarias: Como el historiador no puede observar por sí mismo los sucesos pasados procura obtener de las fuentes primarias las mejores pruebas disponibles: el testimonio de testigos oculares de los hechos pasados o el de personas que hayan oído hablar acerca de ellos, y los objetos reales que se usaron en el pasado y que se pueden examinar de manera directa (con estas valiosas fuentes es posible llegar a una comprensión del pasado de acuerdo a los pensamientos y actividades de los hombres). Las fuentes primarias son los materiales básicos de la investigación histórica, pero a veces el historiador se ve obligado a recurrir a las fuentes secundarias, es decir que debe servirse de la información que proporcionan las personas que no observaron directamente el suceso, objeto o condición. Estos datos aparecen en las enciclopedias, diarios, publicaciones periódicas y otros materiales de consulta. Algunas informaciones incluidas en las fuentes secundarias se basan en elementos de procedencia bastante remota. Cuanto mayor sea el número de interpretaciones que se interpongan entre el suceso pasado y el lector, menos confiable es su prueba, porque durante el proceso de la transmisión, los hechos pueden sufrir sucesivas modificaciones y distorsiones. No siempre es posible clasificar las fuentes de manera rigurosa, porque en el mismo informe pueden aparecer informaciones de primera y segunda mano.El historiador responsable tratará de obtener la información del testigo que se halle más cercano a las condiciones o sucesos pasados, sin satisfacerse con el relato de un periódico o una traducción. Debe atribuirle gran valor a las fuentes primarias, ya que las secundarias deben inspirarle cierta desconfianza, aunque le sean útiles: puede valerse de ellas para obtener una visión global del campo del que forma parte su problema, acumular antecedentes para su estudio y forjarse una idea general en el que deberá desarrollarse su trabajo.
Archivos y restos: Las fuentes que usa el historiador son, en su mayoría, archivos preservados con la intención de transmitir información. Hay diversos tipos de archivos de ideas, condiciones y sucesos pasados, que se presentan de forma escrita, pictórica y mecánica, como los archivos oficiales (documentos legislativos, judiciales o ejecutivos, elaborados por los gobiernos federales, estaduales o locales, tales como constituciones, leyes, cédulas, actas y decisiones jurídicas; listas impositivas y estadísticas vitales; datos conservados por las iglesias como actas de bautismos, casamientos, reuniones parroquiales y registros financieros; información recopilada por los departamentos federales y estaduales de educación, comisiones especiales, organizaciones profesionales, consejos escolares o autoridades administrativas tales como minutas de las reuniones, informes de comisiones, órdenes o directivas administrativas, estudios de escuelas, informes anuales, presupuestos, cursos , horarios de clase, listas de sueldos, registros de asistencia, archivos médicos, informe de accidentes y registros atléticos), archivos personales (diarios, autobiografías, cartas, testamentos, legados, escrituras, contratos, notas para conferencias y borradores originales de discursos, artículos y libros), tradiciones orales (mitos, leyendas populares, cuentos de familia, danzas, juegos, ceremonias, relatos de sucesos formulados por testigos oculares y grabaciones), archivos pictóricos (fotografías, películas, microfilmes, dibujos, pinturas y esculturas), material de publicaciones (artículos de diarios, folletos y publicaciones periódicas; trabajos literarios y filosóficos) y archivos mecánicos (grabaciones de entrevistas y reuniones, discos fonográficos).A veces el historiador no necesita recurrir a los archivos e informes o de confiar en las palabras de terceros, porque puede servirse de objetos procedentes del pasado. Estos restos o vestigios del pasado que se conservan sin que exista la intención específica de transmitir hechos o informaciones constituyen un testimonio inconsciente de los sucesos de la vida de los pueblos: restos físicos (edificios, instalaciones, muebles, enseres, vestimentas, utensilios, joyas y restos de esqueletos), material impreso (libros, formularios de archivos, contratos, formularios de asistencia, boletines de calificaciones y avisos de diarios), y material manuscrito (manuscritos, dibujos y ejercicios de alumnos).Puesto que el investigador puede examinar directamente los vestigios y restos, este tipo de fuentes resultan más confiables que los archivos. No es posible clasificar las fuentes de manera rigurosa, puesto que un determinado elemento puede ser considerado tanto un archivo como un vestigio; ello depende de la finalidad con que se lo emplee y de la intención de quien produjo el documento o el vestigio.
Localización de las fuentes: Los ficheros y catálogos, los índices de publicaciones periódicas, las bibliografías, las reseñas históricas, las disertaciones y las publicaciones que incluyen informes sobre trabajos de investigación, proporcionan valiosos indicios en la búsqueda preliminar de datos históricos. Por lo general la investigación suele extenderse más allá de la biblioteca local, hacia otras instituciones y personas especializadas que posean documentos comerciales, oficiales o privados relacionados con el problema que se desea estudiar.
Crítica de las fuentes: El historiador no presupone que un resto es genuino o que un archivo expone con fidelidad los sucesos pasados. Por el contrario, examina cuidadosamente cada uno de los elementos de que dispone y procura determinar qué grado de confiabilidad posee. Una parte esencial de su trabajo consiste en verificar si un documento contiene errores involuntarios o es un fraude deliberado. Cualquier investigador que no adopte estas precauciones comete un grave error, porque cuando la investigación se basa en fuentes poco confiables es trabajo perdido. El historiador debe someter sus fuentes a una rigurosa crítica externa e interna, a fin de proporcionar a la humanidad un relato verídico de los sucesos pasados.
Crítica externa: Mediante la crítica externa se verifica la autenticidad y la validez de un documento o vestigio, es decir que comprueba si es lo que parece o dice ser, a fin de determinar si puede considerárselo como prueba. Para descubrir los orígenes de una fuente material se pregunta lo siguiente: cuándo o por qué fue elaborado el documento, quién fue el autor o creador, si escribió el material el autor a quien se le atribuye, si es ése el original o bien es una copia exacta del trabajo del autor (y en su caso si es posible restaurar el texto original del documento. Preguntándose infinidad de cuestionamientos se debe de determinar cuándo, dónde y por qué fue producido un documento o vestigio y verificar quién fue su autor. La determinación de la autoría es una prueba que el historiador de be realizar con frecuencia, puesto que algunos documentos no incluyen el nombre del autor, ocultan su identidad con un seudónimo, o bien mencionan como autor a alguien que no tuvo en el trabajo ninguna participación significativa. Para determinar la autoría es necesario un trabajo riguroso de investigación para rastrear documentos anónimos y sin fecha, descubrir falsificaciones o plagios, hallar elementos identificados de manera incorrecta o devolver a un documento su forma original. Durante la búsqueda de indicios se deben examinar atentamente los materiales de que se dispone y preguntarse si son tópicos de otros trabajos del autor y del período en que fue escrito el documento, el lenguaje, el estilo, la ortografía, el manuscrito y la impresión de este último; si el autor manifiesta una ignorancia impropia de un hombre con su formación cultural, si escribió sobre sucesos, cosas o lugares que un hombre de su época no podía conocer, si alguien alteró el manuscrito con o sin intención al copiarlo de manera incorrecta, o bien agregando o eliminando pasajes; si se trata de un original o una copia del trabajo del autor; si el manuscrito no tiene fecha o se desconoce al autor, si hay algún indicio interno en el documento que revele su origen.Al examinar un documento o vestigio para determinar su autenticidad, es necesario poseer un nutrido bagaje de conocimientos históricos y de carácter general. También se debe tener un buen sentido de la cronología, una mente dúctil, sentido común, capacidad para comprender el comportamiento humano y gran paciencia y perseverancia. Para resolver ciertos problemas se debe contar con ciertas nociones de filología, química, antropología, arqueología, cartografía, numismática, arte, literatura y paleografía, además de conocer diversos idiomas modernos y antiguos. Claro que el historiador no puede poseer una formación ilimitada, pero sí una preparación especializada en las disciplinas auxiliares que guardan relación estrecha con el problema de estudio. Si no está capacitado para afrontar ciertos aspectos de la crítica textual, deberá buscar ayuda de expertos competentes en ese campo.
Crítica interna: Después de realizar la crítica externa de una fuente, es momento de proceder a la crítica interna. La primera se refiera a la determinación de la época, lugar y autoría del documento, y procura restaurar la forma original y el lenguaje empleado por el autor. La crítica interna consiste en determinar el significado y confiabilidad de los datos que contiene el documento. Para verificar el contenido de una fuente, el historiador se pregunta qué quiso significar el autor con cada palabra y cada expresión, y si son dignos de fe sus asertos. La finalidad de la crítica interna consiste en determinar las condiciones en que se produjo el documento, la validez de las premisas intelectuales sobre las que se basó el autor y la interpretación correcta de los datos.La tarea de determinar con exactitud el significado de una expresión, término técnico o palabra arcaica es sumamente compleja y requiere considerables conocimientos de historia, leyes, costumbres e idiomas. Es más fácil leer un documento “con los ojos del autor”, si se está familiarizado con el ambiente geográfico, social, religioso y económico en que aquél vivió. Si un investigador conoce el motivo que indujo al autor a redactar un informe, se halla en condiciones de interpretar con más exactitud el significado de este último. Cuando dispone de tales informaciones, el investigador puede determinar si el autor escribe seriamente, con humor, con ironía, o de manera simbólica. También le será posible decidir si el autor expresa sus verdaderos sentimientos o emplea frases piadosas, gentiles o convencionales, para agradar al público. Siempre que se realiza la traducción de un documento histórico o la realiza +él mismo, debe cerciorarse de que aquélla tenga el mismo significado que el original.El historiador debe mantener su escepticismo con respecto al contenido de una fuente hasta que pueda cerciorarse de que el autor se hallaba en condiciones de expresar la verdad y deseaba hacerlo. Para realizar esta indagación, se pregunta si otras autoridades en la materia consideran al autor como un observador competente y confiable; si contaba con los medios, la preparación técnica y las condiciones necesarias para observar los hechos acerca de los cuales pretende informar; si es posible que factores tales como las tensiones emocionales, la edad o el estado de salud ocasionaran errores en sus observaciones o inexactitudes en su informe; si se basan sus informaciones en la observación directa, en relatos ajenos o en otras fuentes; si redactó el documento en el momento en que realizó la observación o lo hizo semanas o años más tarde; si lo redactó sobre la base de notas tomadas cuando efectuó sus observaciones o apeló a su memoria; si tenía prejuicios con respecto a algún país, región, raza, religión, persona, partido político, grupo social o económico, organismo profesional, período histórico, método de enseñanza o filosofía educacional, que pudieran ejercer influencia sobre su trabajo; si financió alguien su labor de investigación, con la esperanza de obtener un informe favorable a una causa determinada; si el autor trabajó en condiciones económicas, políticas, sociales o religiosas que pudieran hacerle ignorar, interpretar incorrectamente o tergiversar ciertos hechos; si fue su trabajo motivado por la malicia, la vanidad o el deseo de justificar sus actos; si su objetivo consistió en lograr la aprobación de las generaciones venideras o en agradar u hostilizar a algún grupo; si distorsionó o embelleció los hechos para obtener mejores efectos literarios; si existen contradicciones en su trabajo, y; si coinciden con su informe los escritos de otros observadores idóneos de distintos antecedentes.
Principios generales de la crítica: En muchos casos los investigadores emiten juicios personales, al evaluar los documentos y rastros. Son de considerarse algunas sugerencias de Woody como guía general: Es necesario no tratar de hallar en los documentos antiguos conceptos que corresponden a tiempos posteriores; no se debe suponer que el hecho de que un autor no mencione ciertos sucesos implica que no los conoce (el argumento del silentio), o que no han ocurrido; subestimar una fuente es tan erróneo como atribuirle un valor del que carece, y no es mejor situar un suceso en una época anterior a aquélla en que efectivamente se produjo, que ubicarlo en un momento posterior a aquél en que ocurrió; una sola fuente verídica puede servir para confirmar la existencia de una idea pero, para poder probar la realidad de los sucesos o hechos objetivos, se requieren otros testigos directos, idóneos e independientes; la presencia de errores idénticos prueba que las fuentes dependen una de otra, o que derivan de una fuente común; si los testigos se contradicen en un punto, uno u otro pueden estar en lo cierto, pero también es posible que ambos se equivoquen; las declaraciones de los testigos directos, idóneos e independientes, que informan acerca del mismo hecho fundamental y también sobre algunos incidentes colaterales, pueden aceptarse en aquellos puntos en los que concuerdan; el testimonio oficial, oral o escrito, debe compararse, siempre que sea posible, con el que procede de las fuentes extraoficiales, porque ni uno ni otro son suficientes por sí mismos; un documento puede proporcionar pruebas confiables sobre ciertos puntos y, sin embargo, carecer de valor con respecto a otros.
Formulación de hipótesis: Los historiadores no reúnen documentos y restos de manera azarosa para someterlos luego a una intensa crítica y presentar al público una masa de hechos (nombres, sucesos, lugares y fechas) como si fueran las cuentas de un collar. Las informaciones parciales que no guardan entre sí relación alguna, no permiten lograr un significativo avance del conocimiento. Aunque los estudiosos agrupen los hechos y luego organicen las diferentes categorías en un orden lógico, no podrán sino ofrecer una narración inconexa en la que los diversos sucesos quedarán sin explicación. Los hechos aislados carecen de significado, y en consecuencia los investigadores no pueden limitarse a describirlos y clasificarlos según sus características superficiales. Para elaborar trabajos valiosos proponen distintas hipótesis que expliquen los sucesos y condiciones. Buscan conexiones ocultas, pautas fundamentales o los principios generales y, de esa manera, procuran explicar o describir las interrelaciones estructurales que existen entre los fenómenos. Después de formular las hipótesis, buscan las pruebas que las confirmen o las refute.
Informe sobre los descubrimientos: Una vez que han completado los descubrimientos, los historiadores redactan los informes en los que exponen el desarrollo de sus trabajos de manera organizada. La exposición incluye el enunciado del problema, una reseña de la literatura utilizada, los supuestos básicos de la hipótesis, la formulación de ésta, los métodos que se emplean para ponerla a prueba, los resultados que se obtienen, las conclusiones que se obtienen, las conclusiones a que se llega y la bibliografía. La hipótesis ayuda al historiador a determinar cuáles son los aspectos importantes para el estudio y proporciona una estructura que permite exponer las conclusiones de manera significativa. Dentro del marco de la hipótesis, el historiador organizará su material según un orden sistemático que puede ser cronológico, geográfico, temático, o bien una combinación de ellos. También deberá decidir qué grado de importancia otorgará a las diversas pruebas y qué espacio les concederá en su informe. Si se expusiera la totalidad de los hechos, se ofrecerá una imagen distorsionada del pasado. Para determinar cuáles son los datos más significativos y cuántos de ellos deben incluirse en la exposición final, es necesario efectuar una reevaluación de la hipótesis y de todo el estudio. La organización de los datos debe ser coherente, organizada y amena, para que aparte de lograr precisión también despierte el interés en el lector, mediante un elevado nivel de calidad literaria, evitando embellecer las narraciones con digresiones dramáticas que distorsionen la verdad. Desarrollando las habilidades creativas y críticas, el historiador puede aprender a redactar narraciones lúcidas, lógicas y llenas de vida, sin violar la rigurosidad del trabajo.
Evaluación de la investigación histórica: En el entendido de que el historiador sólo puede ofrecer una imagen fragmentaria del pasado, y de que el conocimiento histórico es parcial sobre la base de conjeturas, se puede determinar en qué medida la historia representa con exactitud la realidad pasada. La investigación histórica tiene carácter científico, dentro de ciertos límites: las conclusiones a las que llega un historiador pueden ser verificadas por otros estudiosos puede formular hipótesis, reúne y analiza pruebas importantes para cerciorarse de que su hipótesis proporciona una explicación más satisfactoria que la ofrecida por las teorías opuestas; se sabe que cada suceso depende de sus causas, de sus condiciones para que aquél se produzca; el historiador trata e seleccionar las condiciones que probablemente precipitaron un suceso procura comprobar si una o más de ella pueden haberlo originado. El historiador nunca tendrá la seguridad de haber tomado en cuenta todos los factores pertinentes, puesto que los hechos históricos tienen un complejo esquema de interacción de los fenómenos, porque no obedecen a una única causa. La investigación histórica no puede probar sus hipótesis mediante la experimentación o la observación controlada, no puede recrear personalidades ni condiciones que ya no existen con el propósito de examinarlas y estudiarlas controlando todos los factores importantes; los historiadores limitan sus exámenes a los datos de que disponen e intentan obtener una mejor comprensión de ellos mediante comparaciones históricas y construcciones hipotéticas, comparan y contrastan un suceso con otros similares para identificar semejanzas y diferencias: la autenticidad y confiabilidad de las fuentes históricas dependen de el sometimiento riguroso a la crítica externa y a la interna de las fuentes, y del grado de información obtenida respecto del pasado y el presente para la reconstrucción de los sucesos. A través de una amplia comprensión del pasado y del presente es posible que el investigador no distorsione o interprete erróneamente las pruebas importantes, y es más probable que elabore un relato acorde a los sucesos del pasado. El historiador no busca formular generalizaciones como en las ciencias naturales, sino identificar los factores singulares asociados con un determinado fenómeno y gracias a los cuales éste se diferencia de otros sucesos, con la posibilidad de proporcionar un conocimiento para elegir cursos de acción alternativos en los quehaceres humanos, mostrar indicios de comportamientos que anticipen ciertos acontecimientos de acuerdo al proceder análogo entre el hombre del pasado y el hombre del presente.


Genealogía
Genealogía (del latín genealogía, genea > del griego genos, raza, nacimiento, descendencia, + -logia > del griego logos, ciencia, estudio) es el estudio y seguimiento de la ascendencia y descendencia de una persona o familia. También se llama así al documento que registra dicho estudio, generalmente expresado como árbol genealógico. Asimismo la genealogía es una de las Ciencias Auxiliares de la Historia

Origen del apellido Fleires
La heráldica del apellido Fleires de bosoul se encuentra recogido en el Armorial General de Johan Baptiste Rietstap, esta obra es la mayor obra de heráldica jamás escrita, con más de 100.000 apellidos de todo el mundo (apellidos españoles, ingleses, franceses, italianos, polacos, portugueses, holandeses, etc. etc.), entre los que se encuentra el apellido Fleires de bosoul, ordenados alfabéticamente, incluyendo un manual de heráldica con dibujos, un completo glosario de términos, un suplemento y un apéndice. Completa descripción del escudo de armas del apellido Fleires de bosoul, del origen del apellido Fleires de bosoul, de los títulos nobiliarios del apellido Fleires de bosoul y de las fechas de concesión. El texto donde aparece el apellido Fleires de bosoul se encuentra en la segunda edición, ampliada y revisada de 1884-1887.



Origen del apellido Díaz
Apellido patronímico del nombre de Día o Diego, del que hay numerosísimas familias sin relación alguna entre sí. Los del Señorío de Molina vienen del caballero Don Alfonso Díaz, que fue uno de los 300 que conquistaron el alcázar de Baeza, en unión de los molinenses del Conde de Lara. este Señor le concedió privilegios y heredades en la villa de Peralejos. Muchas de sus ramas probaron su nobleza en las Órdenes Militares, en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada y en la Real Audiencia de Oviedo. Caballeros de este linaje fueron agraciados con los títulos de marqueses de Castro Janillos (1797), de Dilar (1886), de Fontanar (1732) y de Villavelviestre (1768) y de Conde de Malladas (1885). En otros tratados se dice lo siguiente: El apellido 'DIAZ' proviene del Latín: 'dies' que se traduce como 'dias'. El origen de este apellido, se cree que pre-data al mundo Hispano. Toda investigación hecha de este apellido, apunta a un origen Hebreo. A ciencia cierta, ya estaba establecido cuando el nombre de la tierra cambio de 'Hesperia' (El Oeste), como los Griegos la llamaban, a 'Hispania' (el nombre dado por los Romanos.) Entre el mundo Hispano, este apellido se proliferó por toda la Iberia. Uno se sus más antiguos solares esta en la Villa de Paralejos cerca de Oviedo, la capital de la provincia de Asturias, España. Su noble linaje incluye a Don Alonso Díaz, un valiente caballero cristiano que ayudo conquistar el alcázar de Baeza de los moros. El arribo al Nuevo Mundo fue en 1514 con Bernal Díaz Del Castillo, soldado conquistador bajo el mando de Hernán Cortés durante la conquista de la Gran Tenochtitlán (hoy, la Ciudad de México). También se le concede el titulo del más acertado historiador de la conquista de la Nueva España. Murió en la Ciudad de Guatemala en 1584.

Árbol genealógico de los Fleires


bis abuelos paternos

Juvenal Fleires
María auxiliadora Méndez de fleires

Abuelos paternos

José juvenal fleires
Tereza Villalobos de fleires

Hijos                                                                                Nietos

Eduan Fleires                                                     Enderson Fleires (yo)
Oneida Fleires                                                   odaney perozo
Yuddy Fleires                                                   yuneika amaya, Danny peña
Juvenal fleres                                                    mauricio fleires, mauro F
Jose fleires                                                        reynel F, junior F, Jendrik F
Karina Fleires                                                   Alejandra medina, david m
Arbol genealogico de los diaz

Bis abuelos

Jose ramon Diaz
Refujio de Diaz

Abuelos maternos

 Ramon Diaz
Emilsa Villalobos de Diaz

Hijos                                                                         Nietos

Elsa Diaz                                                         Enderson Fleires Diaz (YO)
Tibisay Diaz                                                   Carelis tudares, luis T
Ramon Diaz                                                    Raquel Diaz, kelly D
Eddy Diaz                                                      Jesus Diaz, Genesis D
Mariobis D                                                    Neiber Mateus, Neirimar M
Nairobis D                                                    Enyerlis Acosta, Nanyerlis A

He concluido con total éxito este trabajo y he podido aprender el origen de mis apellidos y se que La heráldica del apellido Fleires de bosoul y que el Diaz es un Apellido patronímico del nombre de Día o Diego, del que hay numerosísimas familias sin relación alguna entre sí. Los del Señorío de Molina vienen del caballero Don Alfonso Díaz, que fue uno de los 300 que conquistaron el alcázar de Baeza, en unión de los molinenses del Conde de Lara. Tambien pude aprender hacerca de la investigacion historica Los historiadores actuales tratan de recrear las experiencias pasadas de la humanidad procurando no tergiversar los hechos y condiciones reales de la época. La indagación histórica comienza cuando se pretende entender algún hecho, desarrollo o experiencia del pasado.
Espero este haya sido de su agrado…..






Fuente consultada:
Wikipedia



jueves, 24 de marzo de 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011